Color blanco.

Entre el candor de una salsa guapachosa y los ritmos de las llantas en el suelo dando charcas en la brisa, redefino una sonrisa sobre el pito de los támaros y el cantar de los mariachis en la diez.

Inglés en Inglaterra para la chica fresa que nada quiere hacer y lo consigue, silencio de las músicas para éste hombre que se despide de las musas -con demasiada presión (ya no les creo nada, estoy resentido y re sentimental)-.

Como la pausa del acetato y el colgar del celular termina el track mas embriagante de las trompetas y yo acá aguantándome de mear, royendo el alambrito y olvidando a los artistas, sin perderme de vista ni un recelo y haciéndome la burla bendita; para volar por los suelos, para flotar con los celos, para cegarme a los miedos y volver a empezar desde cero.

Pluma blanca en la boca, y no soy gaviota ni tengo alas, pero casi estoy negro y Casi es mi amigo y parece negro, pero a el como a nosotros y a muchos otros nos ha tocado ese desvelo de creernos los estoicos y sufrir esos embates de los ojos aquellos que fingen las voces y que cambian la vista por mejores prismas.

Yo entiendo ...que la paloma y las marismas, yo siento ...que la espuma y las sonrisas, yo veo y casi tiento ...que las suaves caricias y los tibios alientos y los frescos campos en los cienos blandos cuando cáda átomo del tacto se evapora en el olfato. Pero soy inteligente, y me muero por ratos, me da asco lo barato de mis personalidades, me repugna la viscosa forma de mis desinformaciones, me exaspera sobremanera la pinche mierda que traigo en la cabeza y el no poder controlarla -al grano-.

Que si tu me haces sentir como un poeta, que si las tarjetas, que si las fotos, que si el contraste, que si el corel, que si la escena y que los frijoles con guacamole...

¡La neta, que pedo! El espíritu que ahora menciono lo invoco entre color oro y fresco de manzana verde como el pistache de las chocoretas tan mentoladas. El espíritu y el Dios, de lejos, de seguro truenan eco por la oreja y cagan unas cuantas carcajadas al notar el desespero de este ángel retraído-reprimido-represivo-deprimido-consternado-inhibido-recaído-degenerado-dizque/regenerado-desvelado-develado... y, en fin! muchas cosas mas en el programa de actividades de esta noche, pero la agenda se aprieta: Ellos arriba o a un lado o en vapores se burlan deveras, se agarran la panza, les salen las lágrimas y dan un sopapo al que canta eso de sólo está mi almohada -ya! ya basta!- se quitan las gotitas, se afinan la garganta y se levantan desde mi asma pasada y forman la fragancia de un corazón que habla.

Pero luego, con su serrucho y una de esas máscaras de soldar le dan a la lámpara de las palabras una flama manchada, que ladra; y la verdad se vuelve chisporroteo y brinca por todos lados y no, no se consigue la calma.

Y no, no se dice nada, solo se lava la trompa con lavanda, para que huela bonito, pero dentro en la garganta el germen de la demanda. ¡Estupideces!, que no siempre les hacen reír, estupideces graves como morir sin un intento y aun así seguir viviendo semi-respirando. Estupideces como la ofensa y el mal uso.

¡Que pinche asco! la poesía y las canciones dolidas, cuando tanta necesidad de hacerlas se vuelca en escrito de las vísceras que quedan en el plato de la lengua de una mentalidad torcida como la mía... Y esto es espiritualidad, aquí, empezando una creación, aunque no lo creas -no me preguntes como, no tengo datos científicos o no por el momento, pero si te digo que como elemento soy perfecto, pero soy el peor de lo demás (y esto encierra un ardor de pecho como queriendo mas)-.

No, no hay poemas ya, ni poetas... en mí.

El exilio es el elixir del asceta y yo vivo en sociedad con la faceta de la meta por alcanzar, y me caga ser poeta y me duele ser persona, pero como aun no palpo bien esa zona, el limbo también viene mal.

¡La cagué, pues! Permítaseme perdón, Señor.

Ahora altivo me derribo esas cabezas de diamantes bruscos, que son joyas con corona pero brillan sin necesidad y con necedad.

Perdóname las aguas tan guardadas, perdona que no tenga la humildad de arrastrarme como víbora al igual que aquellas veces que mendigaba pan (o un aroma o un abrazo) ...Y mejor, ahi le dejamos; solo tu y quien sabe cuantos mas saben que el legrado de mi mismo me ha molido, y exijo mi necesidad de obtener una parcela en el reconocimiento de la locuacidad.

¡Y, la mierda! esto es un asco, pero la vida... no sé, se ve... verde y limpia. ¿Será porque es verdad?

Perdón mi Padre, no soy tu hijo único, soy un cínico y huyo, no se si te sirva. Te presento este bufón y empiezo de nuevo, hoy que no estoy de rodillas pero exhibo mi maldita falta de reciprocidad; pues, tu me amas y yo... tengo hambre todavía y me atraganto de tu espacio, de la tormenta tropical que se da en las posibilidades y los pensamientos que fluyen y van sin mas.

Quiero ser tu elemento, pero, de persona soy un claro intento; claro, porque soy blando en mi imagen; claro, por que lo acepto (por este momento).

Te lo pedimos Señor, mi nombre es legión, da cuidado a los enfermos, levantemos el corazón(!)... mi nombre es legión y tengo millares de enfermos dentro, y no, no me asusta su color, me parecen pastorcillos, enanitos, figuras de juego y si, así soy yo: dejándome entre ojos perder sexo y torcer cabeza hasta voltear completo y seguir dando vueltas sin decir un ¡Que buena estás!.

Amén... -digo-.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
muy buen texto carnal,bastante bueno a mi gusto ...no dejes de escribir men que esto viene kon mucha fuerza
Jesse Leyva ha dicho que…
intensoote!!!!! creo que sení cierto vétigo...al leerte....jajajaa....como una avalancha de ideas...muy chido..

ai pasaré a leerte!
saludos

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