Verano.

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Quería escuchar a Vivaldi, en realidad buscaba paz, calma, buscaba a dios porque me llevaba la chingada. Estoy metido en líos, siempre lo he estado, soy humano ¿no?, tengo derecho a vivir mi pedazo de oscuridad, soy otra esfera de luz flotando en el mar oscuro. Cómo me encanta meterme en líos! según yo me creo científico, matemático, gozando los problemas, porque me encanta creerme grande, valiente y soldado, pero, ahora veo cuánto duele, ahora veo que la armadura está dañada por la amargura; y es que buscaba yo amor al hablar con ella, alguien con quien jamás he hablado, me he comunicado y le he comunicado las mentiras de mi espíritu, lo que la materia no existe (aún) y resulta que no somos compatibles, que la decisión que yo tomé de tomarla como mi partido (después de "Él") ya no cuadra -era normal-. Yo ya sabía perfectamente que pasaría, soy emocional, me dejo llevar por esas formas del ser que aún descubro del todo, me encanta la pereza de dejarme a sus expensas -lo bueno que Él me dispensa-. Con esa emoción, no derrotado pero si 3 goles abajo (yo quería ver campeón a Uruguay) me puse a crecer la fuerza en mí, para no caer de nuevo al fango del enamoramiento sin reciprocidad. Al hacer el otro blog, recuerdo haber buscado que música ponerle en mis favoritas, y negué a "mozart, betoven, chaicobski y vivaldi" para hacer rotunda la frescura, el cambio que nace en mí. Pero olvidé que la tristeza es natural. Hoy en verano llueve, y dentro de mí también, porque se que mi capricho puede no ser aceptado, hoy hablé con Kayra (se va a Argentina y regresa a Australia), y aquí otra mentira, pues nunca me he atrevido a conocerlas, a saludarlas ni verlas a la cara, y esta vez, esta desconocida se volvió amiga, por fugarme de la realidad, del 3-2, del amor de lejos, de la pasión no empezada. ya vi que es facil decir palabras bonitas y sonreír, hasta sentirlas, es verdad, pero este es un tiradero y hay que decirla, la verdad. La verdad es que duele cada palabra que sale en lo profundo, duele la música con video, duele la metáfora innegable de las acciones y visiones nuestras, duele no aceptar que las señales nos guían y renegando queremos escapar para obtener lo nuestro (para nuestro ego). Cambié de Vivaldi a Lafourcade, keriendo cambiar mi pasado por un futuro límpido y cromado. El hombre que me pidió el teléfono habló con su esposa, yo me puse el auricular y reproduje el sonido del youtube, la canción del verano, la orquesta nueva y diferente, que dice que las flamas son tristes, como el agua cuando cae derritiendo el universo. -Quiere que vaya ya hasta Cancún, pero es una hora; y luego, está embarazada- dijo el amigo cuando colgó y me contó que su esposa había chocado. Se fué del ciber y yo me kedé con bendiciones en el pecho, pero con un "que te vaya bien" en la boca, a sus espaldas, a su cabeza agachada.