Ejercicio.
¡Ey, vamos a proseguir la igualdad!
Si, tantos de los aquí se verán
en los campos. Elisas y margaritas
algo delimitan por ahí por que sí.
Sin algo más tímido para escuchar
que la paz desigual del triturar
cuando parto del encanto tentador
del enjambre ése tan circular y atroz.
Dos Remis, Mártin, con sabor a metal
Dame el frágil desarmador colérico
Dile a la abuela que ya no hay pastillas
y grita a la gringa del último vagón.
Olor a halcones de alto calor
trama mi pecho en cierta canción
timbra que timbra del tingo al torsón
¡Ya me cacharon la biblia y el don!.
No tengo precio ni peso en el otro
hemisferio del ojo de pescadito
polarizado con vientre lechoso
¡Qué amarillento me miro pasar!
Ar, er, ir, or, ur
Zango, zango
zango es el
burrito cantor.
¡Ey, vamos a derretir la oquedad!
siempre que digan y digan los mas
descabellados de todos los toros
esas fragantes reliquias de hogar.
Doblando barras de azúcar sin pan
prestan hermanas y manos, y más
de otro centímetro siembra conmigo
jugando al niño que se lleva dentro.
Muy poco tiempo ya queda, quedito
¡Ay, Felipito te fuiste en tu barco!
¡Ay, Miguelito, ¿usted que le dio?!
¡Dios sabrá quien será ése señor!
Ten frialdad; ten, mucha, Romanía
¿Hoy dónde están los secuestradores?
¿En cuál de los pisos se dicta a color?
¿Cuánto de renta el gran cromagnón?
¡Hasta cuando!
¿Para cuantos?
¿Porqué tanto?
¡Qué se yo!
¡Ey! grita mi espalda sobre mi dedo
¡Mío, todo mío todo es para mi
todo soy yo, primero lo mío!
después lo que sigue granos ya no son.
Amontonadas las partes pequeñas
junto a civiles que flotan estrellas
pequeñas y blancas y muy brillantes
como el candil de un diente en el baño.
Misterio al desorden, caso cerrado
Ésta es la ultima ronda y nos vamos
Se cierra el changarro y se metaforiza
con cualquier rima y con mucha prisa.
Dos por dos
Te para tés
Una menos huna
Cuatro por cuarto...
Si, tantos de los aquí se verán
en los campos. Elisas y margaritas
algo delimitan por ahí por que sí.
Sin algo más tímido para escuchar
que la paz desigual del triturar
cuando parto del encanto tentador
del enjambre ése tan circular y atroz.
Dos Remis, Mártin, con sabor a metal
Dame el frágil desarmador colérico
Dile a la abuela que ya no hay pastillas
y grita a la gringa del último vagón.
Olor a halcones de alto calor
trama mi pecho en cierta canción
timbra que timbra del tingo al torsón
¡Ya me cacharon la biblia y el don!.
No tengo precio ni peso en el otro
hemisferio del ojo de pescadito
polarizado con vientre lechoso
¡Qué amarillento me miro pasar!
Ar, er, ir, or, ur
Zango, zango
zango es el
burrito cantor.
¡Ey, vamos a derretir la oquedad!
siempre que digan y digan los mas
descabellados de todos los toros
esas fragantes reliquias de hogar.
Doblando barras de azúcar sin pan
prestan hermanas y manos, y más
de otro centímetro siembra conmigo
jugando al niño que se lleva dentro.
Muy poco tiempo ya queda, quedito
¡Ay, Felipito te fuiste en tu barco!
¡Ay, Miguelito, ¿usted que le dio?!
¡Dios sabrá quien será ése señor!
Ten frialdad; ten, mucha, Romanía
¿Hoy dónde están los secuestradores?
¿En cuál de los pisos se dicta a color?
¿Cuánto de renta el gran cromagnón?
¡Hasta cuando!
¿Para cuantos?
¿Porqué tanto?
¡Qué se yo!
¡Ey! grita mi espalda sobre mi dedo
¡Mío, todo mío todo es para mi
todo soy yo, primero lo mío!
después lo que sigue granos ya no son.
Amontonadas las partes pequeñas
junto a civiles que flotan estrellas
pequeñas y blancas y muy brillantes
como el candil de un diente en el baño.
Misterio al desorden, caso cerrado
Ésta es la ultima ronda y nos vamos
Se cierra el changarro y se metaforiza
con cualquier rima y con mucha prisa.
Dos por dos
Te para tés
Una menos huna
Cuatro por cuarto...
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